Es de saberse que todo lo que comienza, tiene un final y eso es inevitable.
Pero si ese final llegara ahora sería más fácil, supongo.
Me ahorraría esto, no tendría que verlo de lejos y sentir ese asco hacia mí y hacia todo, decir que no importa porque no importa y si lo hace y harto. Se llama orgullo, te lo presento, y vive conmigo (y contigo) hace tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario