cenando en marvella

mira, lo siento. sé que el año pasado, este mismo día te estaba alimentando con golosinas y otras cosas ricas que estaba seguro te iban a gustar, y pasado un año todo se reduce a esto: a un montón letras que no están mezcladas de la forma indicada para decir algo bonito y que te haga llorar, pero intentan expresar algo que ni yo ni carlos baute podrá decir bien jamás. la idea como siempre será decirte cosas lindas e intentando imitar esos pedazos de hoja con algo de tinta que tanto te gusta entregar cuando uno cumple años, pero tal vez de mi parte hay mas cosas para decirte a tí, dado que eres muy no se que, algo un poco difícil de imaginar, eres de esos que se encuentran dentro de un repollo y solo una vez en la vida. y tienes bastantes dones y bastantes cualidades que compartes conmigo y con el resto, eso es lo que te hace ser tan especial para todos, porque lo eres y debes tenerlo claro. pero tal vez debo sentirme más afortunado aún que todos los demás, dado que yo me incorporé a tu mundo ya bien crecido y abriste tus puertas a otro par de anteojos y un caparazón roto de la manera más linda y sabrosa.
en unos pocos meses me diste la grata oportunidad de conocer lo más valioso que tengo en la vida y que no eres necesariamente tú solamente, sino tú y todo lo que te rodea y forma por dentro y fuera. y cuando el sol se proyectaba pálido en el sucio ventanal entendí que no fue coincidencia encontrarme contigo y tal vez esto lo hizo el destino y que si pudiera enviarte mil fotos cenando en donde sea lo haría, para que ojala me recuerdes, para que ojalá te acuerdes que acá, un poco más abajo y a solo unos pasos de donde venden pollos, vive un hermano que nunca te dirá que no puedes venir a pasar el rato aunque sea a hacer tiempo, un hermano que compartirá de su torta, de su arroz con maní y de sus chuletas contigo, un hermano no tan hermano que te ama.
te amo hermano, pasalo bien en tu cumpleaños. eres mi salvacion